SISTEMA ESPACIAL

SISTEMA ESPACIAL

    Es asombrosa la capacidad humana de interpretar lo abstracto y relacionarlo con elementos existentes. Nuestra mente posee la habilidad de amalgamar pequeñas partes para formar un todo consistente, que transforman cosas sin sentido en algo relevante y significativo. Un perfecto ejemplo es una imagen a blanco y negro donde se logra identificar al perro aunque quizás no esté completamente definido. Esta notable habilidad visual puede aplicarse también al diseño espacial arquitectónico, siendo clave el reconocimiento temprano del patrón o forma en su conjunto antes de abordar los detalles meticulosos fundamentales.

    Dividir los espacios en positivos y negativos es una técnica útil para comprender y crear composiciones espaciales efectivas. Esta estrategia simplifica la complejidad de un diseño al enfocarse en las áreas ocupadas y vacías, creando equilibrio sin necesitar detalles abundantes. Además, esta técnica se conecta con los principios psicológicos de Gestalt que estudian nuestra percepción visual e informativa: figura-fondo, simetría, semejanza, proximidad continuada y el cierre son herramientas valiosas para diseñar estructuras arquitectónicas funcionales como también estéticamente placenteros.

    El diseño espacial depende en gran medida de las formas y sus relaciones perceptuales. La jerarquía visual no se limita a simplemente aumentar el tamaño de un objeto, sino que también puede lograrse mediante la singularidad en su forma o color, o al situarlo estratégicamente en relación con otros elementos. Por ejemplo, una figura circular rodeada por cuadrados o un cuadrado transformado en rombo ejercen diferentes niveles de atracción según su contraste y posición relativa. Poder manipular estas percepciones permite controlar cómo los distintos elementos son percibidos dentro del espacio diseñado.

    Las opciones de diseño son sin límites inclusive en un entorno restringido como una habitación con cuatro paredes. La habilidad para crear distintas ideas y arreglos dentro del mismo esquema subyacente refleja la inventiva característica del diseño espacial. Esta capacidad expresa la flexibilidad e imaginación que los diseñadores pueden emplear al generar varios resultados limitados por el espacio, ofreciendo no sólo cumplimiento funcional sino también proporcionando experiencias visuales y emotivas ricas.